¿Por qué a veces me siento mal sin quererlo?

 

¿A veces te pasa que te enfadas con alguien por algo que si lo hace otra persona hasta te causa risa? A quién no le ha pasado estar en una discusión y en un momento darse cuenta de que no sabes ni siquiera el porqué estás discutiendo. ¿Te has sentido mal cuando has querido hacer algo pero reaccionaste de una forma  que no querías? En esos momentos llegamos a pensar que estamos muy estresados, que tenemos mal carácter o un mal día. Puede ser, pero esas fallas que aparecen están contenidas en nosotros y muchas veces se deben a que reaccionamos de manera automática, lo que significa que no estamos actuando desde nuestra existencia, desde nuestra consciencia.

El origen de este tipo de reacciones puede ser variado; desde nuestra información genética, por ejemplo, cuando desilusiones, frustraciones, sucesos que vivieron nuestros ancestros y están grabados en nuestro ADN despiertan en determinadas circunstancias o  determinadas personas, y casi siempre en un círculo vicioso. Esa repetición las transforma en “patrones”, acciones que reiteramos una y otra vez y que si son negativas nos perjudican, pues no son coherentes con lo que sentimos. Por ejemplo, si una determinada persona se ríe cada vez que oye una broma eso es un patrón por repetición, pero positivo. En cambio, si esa misma persona reacciona con violencia conduciendo en la calle cada vez que le tocan el claxon, éso es un patrón a trascender, pues lo perjudica. De esta manera, en los casos en que sanamos patrones que venían de nuestros ancestros trascendemos a nuestros padres, y con ello sanamos a la familia y mejoramos nuestro ADN y nuestra vida, porque cuando trascendemos un límite interno nos sentimos mejor. Esta es nuestra parte divina, nuestra capacidad de elegir y transformar los sucesos en algo majestuoso.

Si deseas aprender cómo aplicar estas enseñanzas, en Escuela Cristal tenemos herramientas para acompañarte a detectar tus propios “patrones” y trascender tus límites, eligiendo tú mismo qué ideas nuevas quieres en tu existencia y  en tu agua, en tus emociones, en tu ADN. Así mejoramos, evolucionamos y pulimos el cristal que somos con Enseñanza Diamante 😉