La magia y la palabra: diferencias entre “hablar” y “dejar dicho”
Quienes experimentamos o nos iniciamos en el camino de la magia sabemos algo primordial: la palabra crea realidad. Por eso trabajamos en su impecabilidad, en pronunciarla desde la conciencia y en que su forma y contenido sean coherentes con lo que deseamos manifestar en nuestra realidad. A partir de ahí, Miguel Valls nos explica qué diferencias hay entre “hablar” y “dejar dicho”, siendo importante que comprendamos esto a la hora de comunicarnos con otros seres, sean humanos, fuerzas de la naturaleza u otros receptores.
Según nos explica Miguel, cuando hablamos no necesariamente estamos diciendo, pues podemos sostener una conversación durante una hora sin estar plasmando nada: sólo dando vueltas a una determinada historia; sin embargo, podemos dejar dicho algo específico de todo ese “bla bla”.
Veamos un ejemplo que grafique el tema desarrollado. Supongamos que te encuentras por la calle con un amigo y comienzan a charlar:
-¡Hola, Ana! Hace bastante que no te veía, eh, ¿cómo estás tú, qué tal tu familia?
-¡Hola! Es cierto, ha pasado bastante tiempo, ¿cuándo fue la última vez que nos hemos visto, en el cumpleaños de José, en el gimnasio? ¡Sí, en el gimnasio! Que yo ya me estaba yendo y tú recién te subías a la cinta a correr. A propósito, tienes que contarme cómo va tu lesión en la rodilla… Yo estoy bien la verdad. Creciendo, trabajando, disfrutando de los niños. Esperando que lleguen las vacaciones, que nos iremos unos días a visitar a mis padres. ¡Pero a ver cuándo te vienes a cenar a casa, los niños estarán encantados de verte!
-Vale, ¡me encantaría!
-¿Por qué no te vienes el viernes por la noche, a eso de las 20 y cenamos en familia?
-Justamente lo tengo libre así que va, el viernes a las 20 en tu casa. ¡Llevo el postre!
En la conversación anterior, como podemos ver, se ha hablado de diferentes cosas al pasar, pero lo que se ha dejado dicho es que el próximo viernes por la noche las dos personas cenarán juntas. El resto fue un intercambio de datos que puede ser interesante e incluso enriquecedor, pero lo que ha quedado registrado en lo real es algo puntual, en este caso la cita. Del mismo modo, un ritual es una manera de dejar dicho algo. Si nos autoevaluarnos, nos damos cuenta de un proceso que hemos hecho y lo llevamos a la conciencia, dejarlo plasmado en una ofrenda, por ejemplo, es dejarlo dicho a la Tierra y a los mundos sutiles para que esa información ya esté registrada y acontezca. Por eso, los magos a veces no decimos para que el otro nos entienda sino para dejar dicho algo en lo real y que suceda. No con el sentido de hablar sino de conectar con la frase y pronunciarla. También por ello, claro, es que muchos magos, iniciados, sacerdotes y ciertos arquetipos hablan “solos” en voz alta sabiendo que lo dicho tendrá una repercusión en su tiempo y en su vida.
Si te interesa profundizar en las diferencias entre “hablar” y “dejar dicho” te invitamos a ver el siguiente video de Miguel Valls, en el que Dana Tolosa lo entrevista acerca de este tema. Y por supuesto, ¡también te invitamos a aplicarlo en tu día a día para mejorar tu existencia!