Todos portamos carbono en nuestro cuerpo y todos portamos la energía del cristal que aparece cuando el carbón se pule, la potencia de ser seres transparentes y brillantes, puros y fuertes. Se trata de despertar dicha energía en ti y, especialmente, de reconocerla primero.

 La energía cristal -también conocida como la energía crística, pues la portaba Jesús-, es una frecuencia elevada que nos invita a conectar con lo sutil, a brillar y a ser fuertes. Reconocerla en ti y cultivarla te permitirá avanzar en tu camino evolutivo y expandir tu brillo interno, para tu crecimiento y beneficio y el de cada parte de la unidad. Para ello, puedes invocarla, despertarla a través de rituales y nutrirla con meditaciones y ofrendas.

Compartimos contigo una declaración para que empieces a conectar con la energía cristal; puedes hacerla desde una vez hasta una semana entera o incluso una cuarentena para anclarla en ti:

 “Yo (nombre), aquí y ahora desde mi existencia, reconozco la frecuencia cristal en mí, despierto la energía cristal en mi y me permito expandirla para brillar como el diamante. Hecho está”.

 Si quieres ahondar en la frecuencia cristal y las herramientas de la enseñanza diamante que te ayudan a activarla y elevarla, te recomendamos el curso Enseñanza diamante.

 ¡Buenos augurios!