Estos días diferentes culturas celebran el Día de muertos, cada una con sus particularidades. Algunos realizan altares para quienes ya no están físicamente, otros les cocinan sus platos favoritos y los visitan en el cementerio para llevarles música y ofrendas. 

 

Desde la enseñanza diamante, la energía de muerte es tan valiosa como la de vida, y por eso hoy celebramos la existencia más allá de este plano y aprovechamos también para hacer rituales y dar muerte a los patrones que ya no queremos en nosotros.

 En la foto, la puerta del cementerio de Tzintzuntzan, en México, llena de flores para la ocasión. Allí fuimos en el marco de un retiro hace unos años a conectar con la muerte, darle ofrendas y celebrar la vida.

RITUAL

  1. Medita ofrendándote un rato de silencio para aquietar la mente.
  2. Una vez en calma, autoevalúate tomando nota de las cosas que deseas cambiar en cualquier área de tu vida.
  3. Repasa la lista y siente, de cada cosa que apuntaste, qué patrón o programa que tienes te lleva a permanecer estancado/a en dicha situación; por ejemplo, si escribiste que estás mal en tu trabajo, analiza si deseas estar allí o te mantiene en ese lugar el miedo a la carencia, si trabajas de x cosa por elección o necesidad o cualquier “falla” (miedo, indecisión, apego, falta de valor, etc.) que no te permita avanzar.
  4. Apunta las fallas en diferentes papelitos.
  5. Toma de a uno a la vez, conecta con eso que eliges soltar y declara en voz alta con gratitud que ya has aprendido de la experiencia y das muerte a eso en tu vida. Luego dale tres alientos de vida y rompe cada uno con fuerza.
  6. Una vez rotos todos los papelitos, colócalos en una cajita y entiérrala; si deseas sumar fuerza al ritual puedes incluir otras cosas, como azúcar para que todo suceda de manera dulce o pasas de uva para que la información pase a la tierra. Puedes incluso simbolizar un pequeño ataúd o entierro: esto hará que a tu inconsciente le quede claro que dejas atrás ciertas programaciones.
  7. Enciende una vela de manera ritual, saludándola a ella y al fuego y declara que a través de ellos guías a esos patrones a la luz divina para que se transformen en virtud, alegría, fuerza, prosperidad o lo que desees en tu camino.
  8. ¡Celebra!