Muchas personas viven pensando, porque los han educado con esa idea, que trabajar duro es la clave del éxito. Se esfuerzan mucho por lograr sus metas y tardan en alcanzarlas, si es que lo hacen algún día. Si observas a la gente que triunfa, en cambio, muy pocos lo hacen por su trabajo duro. Por el contrario, casi todos logran el triunfo porque su trabajo les estimula, les apasiona y les divierte. 

Esto es debido a que cuando disfrutas de las experiencias tu cuerpo empieza a generar endorfinas, mientras que cuando te estresas por ellas tu cuerpo genera cortisol. 

Cuanto más cortisol genera un cuerpo, más enfermedad y desgracia puede desarrollar. Sin embargo, cuantas más endorfinas genere, mayor salud y gracia hay en su realidad. 

 Visto desde el mundo energético, cuando estás disfrutando tu nivel de energía es óptimo, mientras que cuando estás sufriendo tu nivel de energía se vuelve adverso. 

Cuanto más óptimo sea tu nivel de energía, más fácil te resultará crear todo lo que te propongas. Por eso, haz que todas las experiencias que te toque vivir te estimulen: plantéatelas como un juego, y verás lo fácil que es manejarlas. 

 Esta forma de vivir es gracia divina en tu realidad.

 Te mando un gran abrazo y una burbuja de energía,

Miguel