Esta semana elegimos abordar el elemento Agua, uno de los aliados que nos proporciona el camino de la magia.

 El agua está presente en la tierra y en nuestros cuerpos y representa las emociones. También es un referente precioso de la capacidad que tenemos de fluir con la existencia, de adaptarnos a las formas y de pulir y unir, pues sus moléculas conforman una masa que puede incluso sostener embarcaciones. Por eso, en el mundo mágico es uno de los elementos que nos ayudan a sanar, a limpiar y a avanzar en el camino.

Además, es el elemento que representa el humor (la humedad) y, al igual que nuestras emociones, tiene diferentes estados, puede manifestarse como una tormenta líquida o como un bloque de hielo inquebrantable, o en estado gaseoso y volátil.

 En nuestros rituales, podemos invocarla para limpiar, para purificar y sanar. También es propicio reconocerla en lo cotidiano, por ejemplo, agradeciéndole cuando nos duchamos o cuando la bebemos por limpiarnos y por ser un referente de pureza y transparencia que nos ayuda tanto por dentro como por fuera. Así, desarrollaremos con ella una relación constante que irá creciendo para beneficiarnos mutuamente.

 

Fuente de vida, ¡te damos gracias, Agua!