Hoy dedicamos nuestro artículo al elemento Tierra, para recordarnos sus cualidades y cómo funciona esta aliada en el camino de la magia y la evolución consciente.

 Así como el Sol representa al Padre, la Tierra representa a la Madre. Nos da sustento y nos cobija, nos brinda estabilidad y un hogar. Representa la forma y también el mundo de lo concreto; por eso (entre otros motivos), le damos nuestras ofrendas para que se materialice en este plano aquello que elegimos construir.

La Tierra tiene que ver con el cuerpo físico y la naturaleza, nuestra biología. Por eso, muchas cosmovisiones ancestrales se basan en la observación de la naturaleza y le rinden culto a la Madre Tierra.

 En nuestros rituales podemos incluirla, reconocerla e invocarla a través de flores, piedras, cristales y plantas. Podemos hacerle ofrendas simbólicas y generar reciprocidad con ella dándole lo que ella misma nos da (por ejemplo maíz, arroz, lentejas).

 En la Tierra, al igual que en cada uno de nosotros, están presentes los cuatro elementos. Le agradecemos y la bendecimos.

 ¡Ahó!