Desde las corrientes mágicas entendemos que existen dos mundos que se pueden reconocer con facilidad, el mundo material donde están todos los objetos físicos que conocemos, desde estrellas y planetas hasta el propio ser humano y los objetos que usa. El otro mundo, es el mundo divino donde no existe la materia y los seres no son orgánicos, este segundo mundo es el del vacío, en este mundo también hay existencia, aunque a primera instancia no es tan fácil de reconocer.

Si observamos el mundo nos daremos cuenta de que está lleno de objetos materiales, como montañas, casas, seres humanos, animales, plantas etc. También podemos observar que en medio de las montañas y los animales, al igual que entre los planetas y las galaxias, lo que hay es vacío. Este vacío conecta y unifica todas las formas materiales. Entendemos que el vacío no está vacío, más bien es la materia prima de la que salen todas las formas de creación y esta materia prima no tiene forma de vacío, simplemente las redes neuronales de la mayoría de seres humanos no llegan a captarlo y lo perciben como vacío. Cuando los seres humanos entienden que el vacío no esta vacío se le va revelando la divinidad y su verdadera forma. El vacío es la totalidad, la pura potencialidad divina, pero nos vamos a referir a él como vacío por facilidad de comprensión del lector.

De hecho asumimos que el verdadero mundo es el del “vacío” por la razón de que dicho mundo nunca cambia, el vacío siempre es igual, es absoluto. La materia por el contrario siempre cambia, se crea se destruye y se transforma, por lo tanto no lo consideramos real.

El vacío también lo encontramos dentro de la propia materia, no solo afuera de ella. Digamos que todo contiene al todo. De este vacío es de donde surgen todas las cosas y la capacidad de materializar depende de la conexión que tengas con él.

El ser humano a buscado a Dios en lo que está lleno, en lo que se ve, pero evidentemente Dios, al igual que la magia, está más allá de lo manifestado, más allá de lo que se ve, pero continúa estando aquí aunque no se vea, simplemente el enfoque del humano es incapaz de detectarlo porque lo busca en estructuras sólidas, y por el contrario, lo encontrará donde no hay estructura.

Todos los objetos materiales, los reconocemos distorsiones del vacío, cada estrella planeta, ser humano u objeto de cualquier índole, es una distorsión del vacío que tiende a volver al vacío con el tiempo, pues el vació es lo único real, y la verdad es que el vacío no está vacío, más bien contiene todo. El vacío es una rejilla cuántica infinita de energía divina, de donde surgen todas las cosas, cada una de estas cosas es una distorsión de la propia rejilla.

Muchas personas tienen acceso a la verdadera realidad a través de sueños lúcidos, o tomas de plantas sagradas, o algún sistema que les permite elevar su conciencia y reconocer la rejilla cuántica de la existencia.

De la misma manera que los objetos materiales son distorsiones de la rejilla cuántica de vacío, cada pensamiento, sentimiento y energía que adoptamos distorsiona esta rejilla. Si ahora tus pensamientos y sentimientos se conectan a la abundancia, estás distorsionando la rejilla cuántica y está empezando a manifestarse en tu realidad esta idea, cuando más gravedad tome tu idea más cercana está de convertirse en una realidad totalmente física, como pasa con los objetos y planetas. Desde este punto de vista, si te conectas continuamente a la abundancia la tendrás, y si te conectas continuamente a la ruina, aunque sea para defenderte de ella también la tendrás, porque es a lo que le estás dando gravedad. La gravedad es el peso que tienen las cosas, y cada vez que te concentras en lo que quieres le estás dando peso, por lo tanto gravedad y lo mismo cuando te concentras en lo que no quieres.

Dentro de la rejilla cuántica, también hay ideas grabadas, seres inorgánicos, como ángeles y arquetipos, o las fuerzas de los signos del zodíaco, o los propios propósitos de la humanidad. La gente a esto lo llama registro akashico, y nosotros lo llamamos hipercampo, puesto que es un gran campo de energía que envuelve a todos los campos áuricos. Este lugar está en la rejilla cuántica, pero es una distorsión de la misma, ya que la rejilla es puro potencial energético percibido en forma de vacío, simplemente se forjaron ideas en él y a partir de ahí se creo el hipercampo.

El campo áurico es una estructura energética que tiene cada ser humano, esta estructura es una copia del mundo de la rejilla cuántica y a través del campo áurico conectamos nuestro cuerpo con la rejilla y con el hipercampo, esta conexión nos permite comprender la existencia y manifestar nuestros deseos.

Conclusión: a través de la conciencia de tu campo áurico y sus emanaciones de energía, conectas con la rejilla cuántica donde esta el vacío y con el el hipercampo donde están todos los ideales que construyes en tu mundo. Esta conexión la puedes hacer con meditaciones, con rituales y con diversas técnicas que sirven para deformar la rejilla y construir la realidad que deseas en la tierra, a esto se le llama magia o milagro.